Virtud que todos podemos desarrollar para convertirnos en jugadores de Poker ganadores: No hay que ser genios con un coeficiente intelectual desmedido

y está disponible en toda la extensión de nuestra conciencia



Existen para todos los seres humanos un sinnúmero de virtudes que hacen parte de la información genética ancestral heredada para nuestra existencia, disponible en cualquier rincón de nuestra conciencia, lista para salir a flote cuando las necesitemos. Voy a llamar la atención sobre una de ellas, aplicable al poker y suficientes para convertirnos en ganadores, porque es el punto de partida para lograr cualquier objetivo que nos propongamos en la vida.

Convive con nosotros un talento que nadie nos quita, que nos pertenece y que esta disponible cuando queramos, es cuestión de darle el alimento necesario para que emerja. Es una palabra móvil que aunque no es verbo sino sustantivo, tiene una fuerza expresiva enorme… pero sólo si queremos. Se llama VOLUNTAD. Lo repito VOLUNTAD

Si hacemos un repaso soslayado a la historia, esta virtud inherente al ser humano se ha convertido en el epicentro del desarrollo. Se nos exhorta en muchos de los espacios comunes que compartimos a usarla y expresarla en nuestra personalidad, pero por alguna razón es esquiva, se nos refunde con cierta facilidad. No hay que entender la voluntad con hacer lo que nos plazca, (este es mi blog y escribo lo que me da la gana jaja, comentario al margen) sino como una virtud que concilia nuestras emociones.

Por ejemplo, sabemos que si comemos demasiado nuestra salud se pondrá en riesgo a mediano y largo plazo, y eso dejando de lado juicio estético, pero el instinto desbocado e indomable nos pide a gritos comer aunque no lo necesitemos y en mucho de los casos terminamos por ceder. Aquí es donde la voluntan entra a jugar parte sustancial de nuestra existencia, mediando la razón y el instinto e imponiendo aquello que realmente nos conviene.

El poder que se experimenta cuando doblegamos el instinto, o cuando dejamos de hacer aquello que no nos conviene aunque lo deseemos profundamente, es inigualable. Ese esfuerzo de más del deportista, esa decisión férrea del que quiere dejar un mal hábito, es lo que permite marcar la diferencia y potenciar la voluntad. Lo mejor de todo es que cuando empezamos a usar la voluntad esta se instala en nuestra personalidad y no nos abandona haciéndonos cada día más fuertes en nuestras decisiones convenientes y razonables.

Todos tenemos voluntad, lo que sucede es que hemos dejado de cultivarla, los religiosos son expertos en el desarrollo de la voluntad, para ello inventaron el ayuno y la abstinencia, con el objeto de imponer la razón sobre el instinto. Hagamos el ejercicio de dejar de hacer lo que mas nos gusta durante un determinado tiempo y veremos lo difícil que es, o dejemos de comer durante un día y nos daremos cuenta de lo complicado del asunto, esta práctica lo que intenta es desarrollar en el ser humano la coherencia con sus razonamientos, en esencia la VOLUNTAD. Ello permite a los religiosos seguir el camino ideológico con mayor decisión.

No estoy diciendo que hagan estos ejercicios y se sometan a una anorexias potencial, lo que intento decir es que comencemos a desarrollar esta virtud que nos pertenece, saquémosla del cuarto oscuro desempolvémosla y pongámosla a funcionar. El mundo en el nos movemos hoy bombardea constantemente, seduciendo nuestra mente para caer irremediablemente en el consumo, doblegando plenamente nuestra voluntad haciendo de nosotros títeres de la publicidad. Por esta hazaña astuta del mercado, nuestra volunta se escabullo a algún rincón de la conciencia, debilitándose por la falta de uso. No permitamos que nos la quiten, ejercitémosla pongámosla a funcionar, instalémosla en nuestra personalidad.

No dominar el tilt, es una falta enorme de voluntad sobre nuestras emociones, salirnos del bankroll teniendo plena conciencia del error, es falto de voluntad, dejar de analizar nuestras manos por pereza, es falto de voluntad. En términos generales la voluntad, es la capacidad del ser humano de dominar el instinto y las emociones para ponerlos a favor de lo que verdaderamente nos conviene.

La voluntad es el punto de partida de las virtudes, si queremos ser ganadores en póquer debemos tener la voluntad de hacerlo no solamente las ganas.

La voluntad nos permite ser programados, disciplinados, y sobretodo desarrollar una gran paciencia y una perseverancia inquebrantable.

Así que amigos a ejercitar LA VOLUNTAD.