En pocas palabras el año de los retos fallidos e inconclusos.
De todos los retos que me puse no cumplí uno solo; quizás mal diseñados, quizás inconstancia, quizás incapacidad, quizás mala suerte… todas estas razones se me han venido a la cabeza pero con la que me quedo en realidad es con la incapacidad que proviene sustancialmente con a perdida del dominio de si y la intolerancia a la mala racha.
En mi vida siempre he querido controlar mis circunstancias existenciales incluyendo su entorno, tiendo a que las cosas sean y se hagan según mis mandatos y presagios, adaptando el contexto a la realidad que deseo construir, sin embargo hay un factor incontrolable, son los visos del azar que algunos llaman destino y siempre están allí latentes dispuestos. El que me haya casado con Elisa o el tener un hijo con una determinada personalidad, incluso mi trabajo en la Universidad Pedagógica obedece a un fino tejido que se fue consolidando por la suma de circunstancias y si alguna de esas circunstancias no se hubiese dado o hubiese tomado otra forma estoy seguro que no estaría aquí escribiendo estas líneas.
Y sin embargo sigo creyendo que tengo el control de mi futuro y mi existencia. Quizás esta es la razón por la que el poker llego a mi vida, para obsequiarme la enseñanza de no tener el control de las circunstancias, estamos en ellas tratando de tomar la decisión mas adecuada para que tenga un impacto positivo en la vida misma. Y aunque me parta de rabian al perder una mano 98% ganada no puedo hacer nada al respecto; la perspectiva de reflexión no esta en que perdí una mano que tenia ganada, está en si tome una buena decisión, quizás jugué la mano demasiado suave, quizás no fui contundente o quizás la jugué perfecto pero la suerte fue esquiva.
Llegar a esta perspectiva para mí es difícil, debo trabajar en ella y espero de corazón lograrlo no solo en el póker sino en mi vida, las cosas no tiene porque ser según mi plan a veces hay que adaptarlo de acuerdo a las circunstancias y las personas que están allí.
jugar al poker es un viaje largo y la dicha del viaje esta en su recorrido no en la llegada, los aprendizajes a los que accedemos dependen no solo de nuestro talento sino sobretodo de la reflexion que hagamos y de la capacidad para acojer las enseñanzas.
Feliz navidad y prospero año para todos los que por circistancia de la vida llegan a leer estas palabras
viernes, 18 de diciembre de 2009
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