Hace algo mas de dos años, el regalo mas grande llego a mis brazos, era como estar suspendido en el aire, en ese momento toda mi existencia se desplego como una ráfaga, llore, recordé a mi padre y su sabiduría… mi vida se justifico justo allí.
No se que sea de Román Alejandro en su trascurso existencial… un doctor, un ingeniero, un músico, un deportista, un jugador, un vago quizás... o una idea o una solución; no lo se, lo unico que se, es que han sido él y Eliza los que le han dado sentido a mi vida…
Cuando me pierdo por el poker o el trabajo, lo único que tengo que hacer es recordar ese momento y saber que la felicidad no es una línea constante, tiene altibajos y se vive en aquellos instantes en que nos sentimos plenos. Una llamada a mi padre, un beso a la Eliza o un abrazo a Román son suficiente para saber que la vida es generosa conmigo, que mis momentos de felicidad son frecuentes y que debo seguir luchando.
martes, 2 de junio de 2009
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